Feliz año 2019 «city makers»,
unas líneas para repasar lo que el 2018 ha dado de sí en este viaje para construir esa ciudad inteligente abierta y colaborativa que iniciamos allá por 2014, y también ¿por qué no? para contaros por dónde van nuestras ideas para 2019.
Si tuviésemos que resumir el 2018 que acabamos de dejar atrás, lo haríamos resaltando que estamos muy contentos de comprobar que algunas de las semillas plantadas van saliendo adelante y que vamos cosechando alguna que otra realidad. Por ejemplo, en el ámbito de la movilidad, y gracias al impulso implementador del CTAZ, el proyecto Bicisur va tomando forma. Tras el proceso de compra innovadora realizado en primavera, se ha licitado y adjudicado el desarrollo del sistema de gestión de la futura red de aparcabicis seguros de Zaragoza, contrato actualmente en ejecución y que incluirá la posibilidad de usar las tarjetas Lazo y Ciudadana para acceder a la nueva red de aparcabicis seguros. Casi con toda seguridad, en 2019 será ya posible probar este nuevo servicio.
En el mismo ámbito de la movilidad ciclista, el año acabó con una gran noticia: el anuncio de que el Open Urban Lab será la sede del futuro Laboratorio de Innovación Ciclista, auspiciado por la DGT dentro del Plan Estratégico Español para la Bicicleta. Aquí tenéis la noticia donde se explica en qué consiste este nuevo desafío, para el que ya hemos dado las primeras pedaladas con un inspirador taller de co-creación con actores relevantes del sector de la bicicleta. En unas semanas presentaremos a la DGT un plan de acción con actividades a desarrollar durante 2019 en este ámbito.
Y sin dejar la movilidad, otro de los hitos de este año fue la celebración, dentro de la Semana Europea de la Movilidad, del 1er Hackathón de Visualización de la Movilidad. Un evento que nos ayudó a comprender mejor cómo nos movemos por el área metropolitana y cuyas visualizaciones no solo tuvieron amplio eco en redes sociales sino que, gracias al artista Néstor Lizalde, fueron accesibles al conjunto de la ciudadanía a través de su adaptación y proyección en la fachada LED de Etopia. Durante el 2019 pretendemos ahondar en esta línea, tanto a través de la puesta en marcha de un API de datos urbanos de procedencia diversa como de la realización de un nuevo evento de visualización del pulso de la ciudad, donde esperamos sacar a la luz nuevo conocimiento proveniente tanto del sector público como del sector privado.
Pero como para cosechar es necesario seguir plantando, durante 2018 hemos tenido buen cuidado de seguir impulsando ese ciclo de las ideas bajo nuestro programa paraguas de innovación urbana que es 100IdeasZGZ, y del que se deriva CrowdfundingZGZ como herramienta de financiación colectiva de prototipos. La idea ganadora del Ideathón 2018 de 100ideasZGZ fue el proyecto «Alternativa de ocio inclusiva» impulsado por el club de piragüismo Monkayak, un proyecto social, diverso e innovador que se merece todo el apoyo. Respecto a los 4 prototipos financiados en la edición de CrowdfundingZGZ de 2018, («Imagina Tu Patio», «Naturalizando Escuelas», «The Ifs» y «Orquesta Escuela») todos tienen un denominador común: la educación. Los niños y las niñas. El futuro de nuestra ciudad.
Y, hablando de semillas, el proyecto WiKiHouse sólo necesita un poco de cuidado para convertirse en uno de los proyectos destacados de este 2019. Con el impulso de Mario Melendo, uno de los mayores expertos europeos en este modelo constructivo, y tras sólo dos talleres colaborativos, ya están surgiendo prometedoras ideas para aplicar esta filosofía de construcción a un objetivo real. Dado el mucho interés que constatamos de la comunidad en este proyecto, una de las primeras tareas será sortear la dificultad de no tener el Open Art de Etopia disponible para fabricar piezas, por problemas con su mantenimiento. Y como los obstáculos estimulan la creatividad, entre las ideas que a la comunidad WikiHouse se les están ocurriendo está la de hacernos un WiKiLab, un futuro Fab Lab junto a Etopia construido como una WiKiHouse. Sí, lo sabemos. Una de esas ideas locas. O no.
No queremos finalizar este balance del año sin recordar cómo desde el Open Urban Lab hemos ayudado a co-crear nuevos proyectos, como el ya mencionado Laboratorio de Innovación Ciclista, el Digital Innovation Hub para el clúster aragonés de empresas IDIA y, especialmente, el embrión del futuro laboratorio de innovación de Eurocities con motivo de la celebración en Etopia de su Foro de la Sociedad del Conocimiento.
Nos hubiese gustado llevar más lejos otros proyectos de laboratorio este año, como «Ecohub», «Remontando el Rastro», «La Milla Productiva», o «Prometeo», pero a veces las cosas no avanzan al ritmo que uno quiere, y no por falta de ganas o de capacidad. En el caso de «Ecohub», y una vez terminado el diseño del servicio y del espacio físico en un local adyacente al mercado de San Vicente de Paúl, está resultando más difícil de lo esperado encontrar la ventana de oportunidad para su implementación real, si bien, convencidos de su interés, desde el Open Urban Lab no dejamos de estar atentos a cualquier oportunidad que se pueda presentar para darle un impulso.
En cuanto a «Remontando el Rastro», estamos muy satisfech@s tanto de haber ayudado a nuestra facilitadora Ana Montón a realizar su Trabajo de Final de Máster, como de, gracias a ella, haber entendido muchas cosas del mercadillo que desconocíamos. En cuanto a sus interesantes resultados, y siendo conscientes de que se trata de un proyecto sensible, esperamos que puedan ser tenidos en cuenta para mejorar nuestro querido mercadillo.
Respecto a «La Milla Productiva», si bien es cierto que sólo hemos podido programar 2 de las 5 dinámicas previstas, tenemos la buenísima noticia de que algunas de las cuestiones que han salido durante el proceso han sido recogidas en el proyecto del nuevo parque que el Ayuntamiento de Zaragoza licitó y adjudicó durante el pasado verano, y cuyo diseño pronto se hará público. E el proyecto se incluye el concepto de pixelado del terreno para su curación por diversos agentes, o el cuidado por el máximo confort térmico para una zona tan expuesta como la que ocupa Milla Digital.
Aunque este es un post de balance del 2018, no está de más una breve reseña tipo «en el próximo episodio de Open Urban Lab…» así que os adelantamos que el 2019 esperamos que sea el año del dato. El dato como materia para generar retorno y valor para la ciudad y la ciudadanía. Sí, esa es la semilla que nos gustaría ver florecer en este año recién estrenado, y ello sin dejar de cuidar los proyectos que plantamos durante 2018, y con los sentidos bien alerta para acoger y empujar cualquier otra oportunidad que se nos ponga por delante. De todos los avances (y también de los retrocesos) daremos cuenta aquí.
¡Comenzamos!
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