El proyecto Mundo Crip sigue dando pasos hacia adelante. El pasado martes 22 de Marzo tuvo lugar el Taller de corporalidad. Se trataba de contactar con el cuerpo desde distintos puntos de vista, alguno relacionado con la imposición de ciertas constricciones y, en general, con el ánimo del juego y el experimento. Del juego en el sentido de que no tiene fines ni métodos predeterminados sino que todos ellos son revisables en función de los instantes que se van sucediendo. Y de la experimentación pues nos forzaba a tratar con nuestro olvidado cuerpo forzando posturas, descubriendo músculos, etc.
Luego dimos paso a un turno de preguntas, intervenciones y debate conducido por David en el que nos urgió a aterrizar en torno a una intervención concreta. David nos habló de una multiintervención, una posibilidad que ya habíamos considerado y sobre la que en nuestra próxima reunión trabajaremos a partir de una batería de propuestas concreta.
A la hora de conducir esa multiintervención futura, deberemos tener en cuenta algunas cuestiones que salieron el otro día en el debate. Por un lado, que el término “tullido” no es del todo bien recibido. Por otro lado, se discutió la apuesta por la corporalidad, en contraposición a al punto de vista del grupo de investigación, que considera que la parte inmaterial de la existencia (alma, espíritu, subjetividad, identidad, cultura, etc.) ha sido objeto de atención preferente, mientras que la parte corporal ha sido despreciada. El grupo motor participaba de la idea de hacer retornar lo olvidado, el cuerpo (de la mano del mundo crip) y luego encontrar los modos de comunicarlos.
Finalmente, también se comentó que el deseo de cuerpo es objeto de consumo, mercancía y lucro. También hay modelos e ideales de cuerpo que atormentan las existencias e incluso crean enfermedades (la anorexia, la vigorexia, etc.). Sin embargo, de esto no cabe deducir que el cuerpo sea un problema. Cierto que hay cuerpos idealizados y abstraídos, pero frente a ellos se sitúa nuestra idea de multicorporalismo y de corporalidades plurales. Los cuerpos canónicos y normalizados, da igual que lo sean por el arte, la medicina, la disciplina, la salud, etc., son nuestros enemigos. Nos interesan los cuerpos instituyentes, diversos, plurales, interdependientes y siempre en cambio.
Por otro lado, pensar nuestra existencia corporal como sometida a los órdenes instituidos nos hace caer en una posición victimista desde la que nuestro experimento no tiene mucho sentido. Somos portavoces de corporalidades instituyentes. Y queremos utilizar el arte como instrumento para abrir puertas y ventanas y construir más mundos. De ahí, por ejemplo, el sentido de realizar este proceso en «Etopia: Centro de Arte y Tecnología».
Para más información sobre éste taller, así como sobre el proyecto Mundo Crip en general, puede encontrarse aquí.
¿Qué os parece si intercambiamos reflexiones en torno a estas breves conclusiones?
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